Primeras impresiones - Faiyum / Fayún
Ficha técnica - Faiyum
Fecha de salida: | 2020 |
Precio: | 49.95€ (inglés) |
Precio: | 55€ (español) |
Número de jugadores: | 1-5 |
Tiene un modo en solitario | |
Tiempo de juego: | ~2h |
Idioma: | Inglés/Alemán/Español |
- Diseñado por Friedemann Friese.
- Arte de Harald Lieske.
- Publicado por 2F Games, editorial del autor, y como lanzamiento de Spiel Digital 2020. En español lo publica Asmodee en 2022.
- Como todo juego del señor Friese, el título empieza por una F y tiene algún elemento verde, aunque en este juego hay menos verde de lo que acostumbra.
- Era mi top-1 de lanzamientos de Spiel Digital que quería probar, y mi top-1 también en juegos del 2020 que no he podido probar (¡hasta ahora que ya lo tengo!).
- Está hecho dentro de la Unión Europea (Alemania), así que genial.
- Nominado a Mejor juego de mesa de peso medio del año en los premios Golden Geek de 2020.
El juego en el punto de mira
Faiyum con unas rondas de juego ya jugadas
Faiyum es un juego de planificación y construcción en el que tenemos que intentar conseguir la máxima puntuación posible antes de que sea agote el mazo de robo.
Ganamos puntos construyendo en la región egipcia, como carreteras, asentamientos, ciudades, talleres… y para construirlas deberemos jugar cartas de nuestra mano y pagar un coste en recursos (trigo, uvas, piedra, rosas o pescado); también podremos conseguir cartas cada vez más potentes de un mercado. El punto interesante es que las cartas que juegas se descartan en una pila1, de forma que la primera que descartamos será la última que podremos volver a conseguir.
Si tienes una única carta de construcción de ciudades, por ejemplo, tendrás que tener cuidado, ya que aunque puedes recuperar las tres cartas descartadas más recientes en la fase de administración (y el resto pagando precios cada vez más altos…), cada vez que hagas esta fase de administración deberás descartar dos cartas del mercado y robar otras dos del mazo para reemplazarlas. Así que cuantas más fases de administración juegues, el mazo de robo se hará cada vez más pequeño y el final del juego te acechará.
Así pues, en este juego tendremos que gestionar el orden en el que queremos jugar las cartas de nuestra mano, qué queremos comprar en el mercado de cartas, los recursos disponibles y la pila de descarte, todo ello para desarrollar la región egipcia de Faiyum lo mejor que podamos.
Cuéntame cómo se juega a un turno del juego
Todas las partidas de Faiyum comienzan con el tablero de la misma forma, tenemos un asentamiento ya colocado, una carretera, y todos los hexágonos de trigo y uvas están llenos de cocodrilos; lo que cambia es el mercado de cartas inicial y el orden en el que vas a ir descubriendo las cartas del mazo de robo (las cartas del mazo de robo se colocan en el mercado y de ahí puedes comprarlas).
En un turno cualquiera podemos tomar una de tres acciones: 1) comprar una carta del mercado, 2) jugar una carta de nuestra mano, ó 3) hacer una fase de administración.
Las dos primeras opciones son bastante obvias, en el mercado las cartas se ordenan según su número de carta, de los números más bajos a los más altos, que casualmente hace que las cartas más buenas (números más altos) cuesten más dinero, y además aunque el mercado muestre 8 cartas solo podremos comprar las primeras 4. Cuando jugamos una carta de nuestra mano, algunas veces son gratis, mientras que otras veces tenemos que pagar un coste en recursos y/o dinero; tras jugar la carta se coloca en nuestro descarte.
La fase de administración simplemente te obliga a descartar 2 cartas del mercado (y robar dos nuevas), recuperar las tres cartas más recientes de tu descarte (y el resto pagando linealmente, la primera carta cuesta 1, la dos 2, la tres 3, la cuatro 4 etc.), y recuperar si quieres hasta dos trabajadores.
Lo que da jugo a Faiyum son las cartas. Empiezas la partida con cinco cartas básicas y luego tienes ~80 cartas con efectos diferentes que puedes comprar, que te van desbloqueando diferentes formas de conseguir recursos, construir cosas, comerciar o conseguir algún efecto especial. Estas cartas están perfectamente explicadas en un glosario, que es igual de largo que el propio manual del juego (ambos 8 caras).
Aquí tenéis algunos turnos de ejemplo con las cartas básicas:
Colocando un agricultor
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Agricultor (farmer): esta carta (ver foto de arriba) nos permite colocar a un agricultor (meeple color madera) en un espacio no construido para conseguir un recurso del tipo que marque el hexágono. Además si hay un cocodrilo en el hexágono, lo quitamos y nos dan 1 de dinero.
Tenemos que colocar a los agricultores adyacentes a otros agricultores.
Construyendo un asentamiento
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Asentamiento (settlement): podemos construir un asentamiento (pieza de madera circular roja) en un sitio sin cocodrilos, nos cuesta 1 de cada recurso y además ganamos 3 de dinero y 3 PV (ver foto de arriba).
Los asentamientos pueden colocarse donde nos apetezca, pero al menos a un hexágono de distancia de otro asentamiento. Si están separados por el canal, ya cuenta como que están separados.
Añadiendo carreteras
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Dos carreteras (two roads): podemos construir dos carreteras (los dos palitos de madera) que conecten dos hexágonos construidos (ver foto de arriba). Pagamos un recurso del tipo que coincida con lo que estamos conectando y además de poner dos carreteras ganamos 3 PV.
En la foto podéis ver como pagamos 1 de trigo y 1 de uvas ya que vamos a construir las carreteras entre los dos asentamientos (piezas circulares redondas) que veis en la foto. En vez de 1 de trigo y 1 de uvas podríamos haber utilizado 2 de uvas.
Primeras impresiones
Vista semi-panorámica del juego
En cuanto a re-jugabilidad, es un juego de tratar de superar tu puntuación, aunque también viene con una campaña en el modo en solitario en la que te piden ir consiguiendo diferentes objetivos. La re-jugabilidad depende completamente de qué cartas vayan saliendo en una partida en concreto. Aunque seas una de esas personas que piensa “voy a jugar este juego siempre así porque esta estrategia es la mejor”, no vas a poder jugar así porque el juego te obliga a que tu estrategia se adapte a lo que te va saliendo en el mercado de cartas. Las tres cartas básicas las vas a tener siempre, pero para construir cosas más avanzadas dependes de la suerte para que salgan antes o después en la partida, va a terminar saliendo la carta que necesitas, pero igual no cuando más la necesitas.
Sobre el arte y componentes, los componentes (cartas, tablero, fichas y meeples) son muy buenos y encima están hechos en Europa, eso me alegra, aunque la caja está hecha con un cartón algo blandengue. Lo que es un poco “raro” para los estándares de hoy en día es el arte del tablero. Es soso. Si los hexágonos fueran más pequeños igual no se notaba tanto, pero los hexágonos tienen que ser grandes porque pones bastantes piezas luego encima (y las piezas son grandes), así que se ve mucho el arte, que es soso. También es verdad que luego al final de la partida cuando tienes cincuenta mil cosas puestas en el mapa se ve menos el arte, pero hasta entonces ahí está.
Sobre mis sensaciones… esta ha sido una de esas veces en las que te lees el manual antes de la compra, el manual te hace entender el juego, y te puedes imaginar bien cómo sería jugar al juego. Es claro, directo. Es una de esas veces en las que sabes verdaderamente antes de jugar lo que estás comprando y cuando llegue el juego va a ser así, sin sorpresas.
Y así ha sido, primera partida de 3h porque estaba todo el rato con el glosario pasando páginas cada vez que aparecía una carta nueva, pero se pasaron tres horas volando; y el resto de partidas se pasan igual de rápido, pero ahora tardo casi la mitad de tiempo en jugar (es un juego de partidas de dos horas más o menos).
Es un juego que te da una sensación de libertad enorme, tienes un mapa hexagonal, unas cartas para ir construyendo cosas, el faraón te da una patada en el culo y ¡ale! búscate la vida y hazlo lo mejor posible. Yo me lo paso pipa maquinando lo que voy a construir, dónde lo voy a construir, cuándo lo voy a construir y cómo voy a conseguir los recursos para pagar lo que quiero construir. Lo mejor de todo es que a medida que vas comprando más cartas, vas desbloqueando diferentes cosas que construir y formas de conseguir recursos, así que puedes empezar a desarrollar estrategias con algo más de profundidad. Al principio solo puedes hacer asentamientos y conectarlos con carreteras, pero luego empiezas a pensar en talleres, tipos de talleres, ciudades, sitios de construcción, la colocación de los asentamientos para que te den bono, qué hexágonos debes dejar libres para recolectar recursos y cuales no, si estás construyendo cerca del mar o del canal… hay mucho que tener en cuenta a medida que la partida progresa.
También tienes que hacer compras inteligentes de cartas, ya que las cartas se ordenan por número en el mercado, ves 8 cartas y solo puedes comprar las 4 primeras, y las de número más alto cuestan más dinero. Así que a lo mejor en un turno tienes que invertir más dinero en una carta cara, porque a lo mejor cuando haces una fase de administración entran cartas con número más bajo y ya no puedes comprarla. O no, no lo sabes.
Luego llega un punto en el que te llegan al mercado las cartas que van indicando el final de la partida, y ahí es cuando te arremangas y vas con todo a hacer los combos que llevas planeando y perfeccionando desde el principio.
Aunque es un juego principalmente de ir mejorando tu puntuación, también es uno de esos juegos en los que la experiencia es lo más importante, los puntos sirven para medir más que nada cómo lo has ido haciendo. Si te gusta como a mí ir construyendo poco a poco la región, tratando de sacar lo mejor de las jugadas y disfrutas en el proceso, te va a gustar.
Finalmente, el juego tiene muy pocas reglas, pero con eso ya sabe construir un mundo, me encanta.
Primera impresión: primera compra de 2021, primer gran acierto de 2021.
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